Ayer nomás

Cuando la mítica Malón, destinó alguna página a una boda, fue acusada de un cierto desviacionismo frívolo.
Con los talones afirmados en la tierra y la lanza apuntando al pecho del caballo enemigo, los maloqueros advirtieron que la boda reflejaba imágenes del futuro.
Los hijos del poder real ya se estaban casando y muy pronto serían parte de lo cotidiano.
Natalia Mercado Kirchner se casaba con un Patricio.
Estancia bonaerense, gauchos, novios en carricoche, mamá de largo, papá tomando, la tía Cristina sombría por el humo del quincho que apagaba sus vahos importados, el tío Néstor centro de escena.
Natalia Estefanía se convirtió en Fiscal y Pereyra Aranda en constructor de un hotel en los terrenos que el Intendente Méndez, entregó, unificó y re-entregó.
Los hijos del poder real, cumpliendo el mandato del amo del feudo, se convirtieron en crónicas de lo cotidiano.
La mítica Malón, murió jóven.Sus páginas se convirtieron en fojas de expedientes en innumerables causas penales, en bibliografìa consultada por una decena de libros y en la revista más fotocopiada de la provincia.
Hoy de Natalia y Patricio se encarga Jorge Lanata.
Para nosotros quedó la enorme experiencia de ver a un grupo de hombres y mujeres convirtiéndose en Presidente, Ministros, Secretarios de Estado, Legisladores, etc.
De Lupín a Señor Presidente, de la Bruja a Primera Dama, de chango mascalaucha a Señor 5, del cadete del Nación a Dueño de las constructoras y petroleras.
Y apenas pasaron 5 años