la inmolación

La inmolación
Elsa Capuchinelli esperó más de treinta días para hacer lo que debía.
La Sub Secretaria de Trabajo escuchó hoy lo que piensan sus viejos compañeros de la justicia, sus compañeros de militancia juvenil y pensó en sus propios pibes acompañando a “Hijos”.
Llamo a conciliación obligatoria y diez minutos después la echaron a ella y a su resolución.
Kirchner desde El Calafate, lo tomó como una traición y una muestra de rendición.
Seguirá Elsa con su dieta de bombones rellenos con Valium, pero al menos podrá intentar mirar a los ojos de sus hijos.
En este mes 5 policías de Investigaciones, conducidos por el Ministro Varizat y pagados con la chequera de Lázaro Báez, secuestraron, bombardearon e intimidaron a su antojo.
Elsa sabe lo que hace su jefe directo, sabe que Lázaro trae mujeres del norte para manejar los equipos viales y las devuelve en ataúdes.
Elsa se inmoló, solo que es tarde.

Tus muertos no resucitan

Amanda Spagnoli era chaqueña.Un Ingeniero buscador de talentos le prometió un gran salario y con otras 15 norteñas, fue alojada en el Hotel París.
Austral Construcciones, maneja tanto dinero que casi no le preocupa la gestión empresarial.
Pero el reparto de divisas suele provocar sofocones y los alcahuetes de Lázaro Báez, susurran ahorros contratando mujeres en el norte argentino para no pagar salarios a obreros especializados en el manejo de maquinaria vial.
Amanda Encarnación no tenía por que saber como son los manejos del Cartel Kirchnerista.
Él medica laboralista es Pérez Vila, tan útil como médico de los trabajadores o como porta maletas con dólares para comprar sanatorios a nombre del “boss”.
El jefe de Seguridad es Andrés Martínez, como podría Amanda saber que hace unos pocos años, cuando era chofer de ambulancias, luego de ser policía, baleo algunos corderos y los trajo en la ambulancia siendo detenido por sus antiguos colegas.
De cuatrero a jefe de seguridad industrial.
Como Spagnoli podría comprender, a solo quince días de su llegada, que el gobernador Sancho saliera de su silencio de un mes para apostrofar a los que piden papeles, “ las obras las vamos a hacer igual, los papeles vemos después”.
Los papeles son los planos de las obras de Báez, los vehículos en regla de Báez, las revisiones técnicas de los vehículos de Báez, que los camiones de Báez-Gotti no tengan pedido de secuestro por robo en otras provincias, que cumplan con los fondos de desempleo, con la seguridad que deben vigilar sus socios-patrones de Vialidad Provincial, Secretaría de Trabajo, la ART Seguridad y Riesgo Patronal, los papeles de los bolivianos y paraguayos que serán el próximo bolsón electoral.
Amanda fue consignada para aprender el oficio a una Tortones, una pesadísima compactadora de asfalto caliente, no sabía que la maquina es muy vieja, con una lejana fecha de vencimiento de vida útil.
El piso de su lugar de trabajo es una rejilla de acero que Amanda quizás no sabía que debía estar allí para que no cayera.
Amanda Spagnoli fue triturada, el resto solo fueron maniobras de ocultamiento propios de un feudo donde se ejerce la impudicia de la impunidad.
Sus restos con un fajito de dinero fueron enviados al otro día en un avión de Aerolíneas.El Boss siguió toda la rutina rodeado de su brigada de guardaespaldas, como en Chicago su corona debió ser la más grande

Exilios

El exilio de Lupín

El peor Alfonsín, siempre tuvo una sopa caliente en Chascomus.
El peor Menem se refugiaba en Anillaco.
El peor De La Rua se subió a un helicóptero y se fue a su casa
El mejor Kirchner, el que surfea sobre el ciclo económico favorable, el que apostrofa a los impresentables de la historia, el que puede ganar sin caminar otro período en la Rosada, no puede usar su propio baño.
El mejor Kirchner coloca 100 gendarmes para cuidar la casa que no puede usar.
El mejor Kirchner solo sobrevuela Gallegos, para ver desde lo alto, las calles llenas de gente, bordeando la zona militarizada, la zona de exclusión que diseñó Paco Larcher.
Lupín le transfiere sus miedos a la sociedad y cuando la bronca popular se lo devuelve huye.
Huyó de la masacre de Cromañon, de las marchas por seguridad, ahora dispara de los guardapolvos blancos que reclaman la perdida dignidad y la buscan en las calles de Santa Cruz.
Encerrado en sus caprichos y broncas, armó como estrategia lo conocido, contramarchas, militares y descuentos de haberes.
No pudo convocar a mas de 400, los militares no asustaron y los descuentos no abatieron el reclamo.
Solo le queda la última carta, la violencia, como en Salta y Neuquen.
Cuando jura no él no escapará en un helicóptero, solo es un ejercicio de autoconvencimiento que ojalá, por nuestro propio bien, nunca necesite.