Que quiere con la calle cercada
Que quiere con la ciudad sitiada
Paul Eluard
Clandestinos
El fraude se puso en marcha y el FVS perdió su último bastión, el voto que usó como trinchera.
Desde allí partieron quienes se apropiaron de lo público y lo privado, los que colonizaron la justicia y convirtieron la Cámara en la afamada cueva de las manos.
El voto mayoritario, por identidad, por convicción o por el roban pero hacen, fue antepuesto a cualquier pensamiento contradictorio.
Ya no habrá un “nos vemos en Octubre”, por que las elecciones las comenzaron a ganar en Septiembre en la coqueta Unidad Básica de Roca y Chacabuco.
El Apoderado del partido y los apoderados de sub lemas fueron pasados a la clandestinidad por el Tribuno Napolitani, que algo sabe de cómo usar las tinturas para currar en las cuadreras con un pura sangre “no place”.
Napolitani hasta ofrece victimas propiciatorias a las victimas del primer paso del fraude-
Al juez Lozada, eterno candidato al jury político y al Secretario Electoral Rainelli, que si conociera esos dos versos de un poema de Eluard hubiera podido zafar mejor que con el verso aprendido de apuro “es para evitar revanchismo”.
Si los apoderados pasaron a la clandestinidad quedan en superficie los candidatos y los candidatos ni siquiera se disculpan. Son hijos del fraude y quieren dejar su propia descendencia, como la zonza de Jauretche.
Y con ellos y los Pedelaborde, Peralta, Fortsman, el invicto voto mayoritario del amo del feudo se convierte en una zoncera mas.
miércoles, 19 de septiembre de 2007
miércoles, 12 de septiembre de 2007
No lo enojen a Juan
Río Gallegos, 10 de setiembre del 2007
Sr. Alberto Maruco
Subsecretario de Derechos Humanos
En razón de haberse concretado un acto de reconocimiento de los militantes políticos chilenos, quienes en los aciagos días de la dictadura en Chile, buscaron refugio en nuestra patria. Descontando el legítimo derecho que los asiste a expresarse. Pero por haber participado humildemente en esas acciones de solidaridad y como ese acto fue transformado en oficial por las gestiones del organismo a su cargo y la presencia de otras autoridades me permito hacer llegar a usted como miembro responsable del estado provincial una serie de consideraciones que creo merecen ser tenidas en cuenta ahora y en el futuro. Y si en la maraña burocrática resulta ser que usted no es fue el encargado de la organización le ruego la derive a quien corresponda, lo que aquí expreso son verdades y no ofenden a ningún humano bien nacido.
En primer lugar vivimos en Río Gallegos, una sociedad que salvo los episodios de las huelgas del veinte, nunca vivió la semejante cadena de hechos de violencia sobre sus ciudadanos generados desde el gobierno. Este dato no es menor Obliga a mesurar las acciones de quienes gobiernan, los actos, las auto alabanzas de los funcionarios y todas las expresiones públicas. A no ser que obremos como mutantes ajenos a la realidad, o nos regodeemos en el sufrimiento ajeno. Quienes ocupan la función pública deben obrar con prudencia en post de conseguir la rápida reconciliación de los que habitamos en este rincón de la patria. No es tiempo de degradar las nobles causas con subalternos fines, o lo que es más grave ensuciar el pasado con falsos protagonismos. Ya bastamente tenemos con una campaña política que se desarrollará con ciudadanos heridos, enfermos y demás víctimas de la violencia desatada desde quienes ocuparon cargos oficiales.. Todo esto usted como funcionario lo debió pensar al momento de tomar conocimiento del contenido de este acto.
Ese motivo fundamental de buscar la moderación me llevó a plantear a uno de los organizadores, el Señor Cesar Vivar, la necesidad que en el acto se priorizara la expresión de reconocimiento por parte de los chilenos perseguidos a la ciudadanía galleguense en su conjunto. Similares manifestaciones se le hicieron llegar a Vivar desde otros viejos militantes. No queríamos que el encuentro fuera usado, como fue, en beneficio de una parcialidad, de personas o facciones. Menos aún para beneficio de los hoy candidatos que nada saben de ese viejo sufrimiento sufrimiento. Quienes como militantes participamos de esas acciones, desde distintas banderías políticas y sociales, en muchos casos con bienes materiales o la verdad sea dicha aprovechando el esfuerzo material de nuestros padres, lo hicimos como un mandato de solidaridad en un tiempo en que las utopías en política valían. Usted sabe que eso era parte de la llamada militancia y no buscaba premios. No era un depósito a plazo fijo para mañana conseguir un monumento o la mención en una placa. No merecemos un premio o la elaboración de listados que generalmente excluyen a los más nobles. El mejor premio es permanecer en el anonimato.
Pero además y más grave es recortar los padecimientos de los chilenos en suelo argentino. que no terminaron al instalarse en estas tierras escapando de la bestia chilena en el gobierno cuando emergió la vernácula dictadura militar. Cuando la loca guerra por las islas del Canal Beagle se instaló en los dos países, los mismos exiliados que vivían y trabajaban en nuestro medio fueron objeto de una segunda persecución.
El Juez Federal de la Dictadura Federico Pinto Kramer ordeno la detención de muchos de ellos con el cargo de “espías”. Se allanó y destruyó la biblioteca y libros de actas del Centro Chileno, se detuvo a su presidente con el cargo de poseer plano cuando era maestro mayor de obras reconocido en el medio, se allanó el Club Independiente (por haberse denominado originariamente en los sesenta Club Chile). Se persiguió indiscriminadamente a los chilenos que habitaban por ese entonces el Barrio Belgrano. En Chile el popular locutor automovilístico Pirulo Oyarzo fue encarcelado con el cargo de “espía argentino en Chile”. La mediadora acción de la Iglesia Chilena salvo a una niñita que por estar sus padres acusados de espionaje para argentina iba a ser secuestrada vaya a saber con que destino. Los 15 minutos de Roque Tomas Scarpa al mediodía en la radio de Punta Arenas fueron para los argentinos un constante llamado a la paz y a enfrentar a los dictadores que todos escuchábamos atentamente frente a la bestialidad de los medios nacionales. Quienes seguíamos fieles a los principios que orientaron nuestro accionar social y político teníamos en la radio de Chile un medio que reclamaba por la paz.
La silenciosa tarea del Obispo Aleman y el siempre presente Cura Juan Barrio fueron oasis de paz en una civilidad galleguense, que en muchos casos gustosa asumía la militarización del pueblo manzana por manzana.
El compañero y abogado Rafael Flores, a quién usted conoce, defendió a los militares acusados de espionaje por el hecho de sacar unas fotos. El Dr. Aguilar Torres y otros letrados del medio que no tengo en detalles preciso defendieron otras causas que pesaban sobre los civiles de nacionalidad chilena detenidos como espías en la mente del Juez de la Dictadura. Frente a estas injusticias ninguna acción de amparo se genero desde el estudio Kirchner –Fernandez hoy premiado. Recurra usted a los expedientes judiciales y verá las miserias y grandezas que se anidaban en nuestra sociedad, porque queda mucho por hacer por la integración argentino chilena en base a la verdad. Un solo ejemplo hasta no hace mucho tiempo quienes viajamos a Chile veíamos el cartel de “zonas minada”, como en la primera guerra mundial.
De modo que Sr. Subsecretario antes de pronunciar vanas arengas, antes de acaparar el lugar en actos que pertenecen a la sociedad civil , antes de exaltar y de cerrar los oídos a las demandas de quienes cumplimos un ideario político, antes de contar la mitad de la historia. Antes de apelar al noble rostro de Salvador Allende muerto heroicamente en el palacio de La Moneda y olvidar a los seres de carne y hueso que en esta comunidad se jugaron. Antes de buscar la vanidad de la primera plana de los diarios. Le pido en nombre de lo complejo del tema que tiene entre manos, en lo sucesivo sea más cauto Vuelva a pensar que los Derechos Humanos en grande. Ellos no pueden ni deben ser bastardeados y degradado, y menos por una generación que dice ser heredera de viejas luchas. Porque América Latina tuvo desde hace más de quinientos años por muchos años ríos de sangre morena corriendo victima de los atropellos de los autoritarios. Si ahora con la recuperación de la democracia en la Argentina aspiramos a valorizar el respeto por el ser humano en su integridad debemos obrar con prudencia dejando todo mezquino interés electoral de costado.
No podemos honrar la sangre de los caídos queriendo ganar un protagonismo absurdo que no nos merecemos. No transformemos el pasado en un espacio de disputas de heroísmos falsos. La historia, nuestros pasados como naciones, es más compleja que una oratoria de barricada. Tenemos una obligación explicar y discutir ¿ por qué el autoritarismo se instaló en la vida de los argentinos?. Los cómo y cuando la mayoría los sabemos, pero restan muchos porque, para eso hace falta templanza y dejar de lado las mezquindades de corto plazo y las exaltaciones de personas que desmerecen la comprensión de lo sucedido. Sin otro particular atte.
JUAN VILABOA
DNI 12.777.929
Sr. Alberto Maruco
Subsecretario de Derechos Humanos
En razón de haberse concretado un acto de reconocimiento de los militantes políticos chilenos, quienes en los aciagos días de la dictadura en Chile, buscaron refugio en nuestra patria. Descontando el legítimo derecho que los asiste a expresarse. Pero por haber participado humildemente en esas acciones de solidaridad y como ese acto fue transformado en oficial por las gestiones del organismo a su cargo y la presencia de otras autoridades me permito hacer llegar a usted como miembro responsable del estado provincial una serie de consideraciones que creo merecen ser tenidas en cuenta ahora y en el futuro. Y si en la maraña burocrática resulta ser que usted no es fue el encargado de la organización le ruego la derive a quien corresponda, lo que aquí expreso son verdades y no ofenden a ningún humano bien nacido.
En primer lugar vivimos en Río Gallegos, una sociedad que salvo los episodios de las huelgas del veinte, nunca vivió la semejante cadena de hechos de violencia sobre sus ciudadanos generados desde el gobierno. Este dato no es menor Obliga a mesurar las acciones de quienes gobiernan, los actos, las auto alabanzas de los funcionarios y todas las expresiones públicas. A no ser que obremos como mutantes ajenos a la realidad, o nos regodeemos en el sufrimiento ajeno. Quienes ocupan la función pública deben obrar con prudencia en post de conseguir la rápida reconciliación de los que habitamos en este rincón de la patria. No es tiempo de degradar las nobles causas con subalternos fines, o lo que es más grave ensuciar el pasado con falsos protagonismos. Ya bastamente tenemos con una campaña política que se desarrollará con ciudadanos heridos, enfermos y demás víctimas de la violencia desatada desde quienes ocuparon cargos oficiales.. Todo esto usted como funcionario lo debió pensar al momento de tomar conocimiento del contenido de este acto.
Ese motivo fundamental de buscar la moderación me llevó a plantear a uno de los organizadores, el Señor Cesar Vivar, la necesidad que en el acto se priorizara la expresión de reconocimiento por parte de los chilenos perseguidos a la ciudadanía galleguense en su conjunto. Similares manifestaciones se le hicieron llegar a Vivar desde otros viejos militantes. No queríamos que el encuentro fuera usado, como fue, en beneficio de una parcialidad, de personas o facciones. Menos aún para beneficio de los hoy candidatos que nada saben de ese viejo sufrimiento sufrimiento. Quienes como militantes participamos de esas acciones, desde distintas banderías políticas y sociales, en muchos casos con bienes materiales o la verdad sea dicha aprovechando el esfuerzo material de nuestros padres, lo hicimos como un mandato de solidaridad en un tiempo en que las utopías en política valían. Usted sabe que eso era parte de la llamada militancia y no buscaba premios. No era un depósito a plazo fijo para mañana conseguir un monumento o la mención en una placa. No merecemos un premio o la elaboración de listados que generalmente excluyen a los más nobles. El mejor premio es permanecer en el anonimato.
Pero además y más grave es recortar los padecimientos de los chilenos en suelo argentino. que no terminaron al instalarse en estas tierras escapando de la bestia chilena en el gobierno cuando emergió la vernácula dictadura militar. Cuando la loca guerra por las islas del Canal Beagle se instaló en los dos países, los mismos exiliados que vivían y trabajaban en nuestro medio fueron objeto de una segunda persecución.
El Juez Federal de la Dictadura Federico Pinto Kramer ordeno la detención de muchos de ellos con el cargo de “espías”. Se allanó y destruyó la biblioteca y libros de actas del Centro Chileno, se detuvo a su presidente con el cargo de poseer plano cuando era maestro mayor de obras reconocido en el medio, se allanó el Club Independiente (por haberse denominado originariamente en los sesenta Club Chile). Se persiguió indiscriminadamente a los chilenos que habitaban por ese entonces el Barrio Belgrano. En Chile el popular locutor automovilístico Pirulo Oyarzo fue encarcelado con el cargo de “espía argentino en Chile”. La mediadora acción de la Iglesia Chilena salvo a una niñita que por estar sus padres acusados de espionaje para argentina iba a ser secuestrada vaya a saber con que destino. Los 15 minutos de Roque Tomas Scarpa al mediodía en la radio de Punta Arenas fueron para los argentinos un constante llamado a la paz y a enfrentar a los dictadores que todos escuchábamos atentamente frente a la bestialidad de los medios nacionales. Quienes seguíamos fieles a los principios que orientaron nuestro accionar social y político teníamos en la radio de Chile un medio que reclamaba por la paz.
La silenciosa tarea del Obispo Aleman y el siempre presente Cura Juan Barrio fueron oasis de paz en una civilidad galleguense, que en muchos casos gustosa asumía la militarización del pueblo manzana por manzana.
El compañero y abogado Rafael Flores, a quién usted conoce, defendió a los militares acusados de espionaje por el hecho de sacar unas fotos. El Dr. Aguilar Torres y otros letrados del medio que no tengo en detalles preciso defendieron otras causas que pesaban sobre los civiles de nacionalidad chilena detenidos como espías en la mente del Juez de la Dictadura. Frente a estas injusticias ninguna acción de amparo se genero desde el estudio Kirchner –Fernandez hoy premiado. Recurra usted a los expedientes judiciales y verá las miserias y grandezas que se anidaban en nuestra sociedad, porque queda mucho por hacer por la integración argentino chilena en base a la verdad. Un solo ejemplo hasta no hace mucho tiempo quienes viajamos a Chile veíamos el cartel de “zonas minada”, como en la primera guerra mundial.
De modo que Sr. Subsecretario antes de pronunciar vanas arengas, antes de acaparar el lugar en actos que pertenecen a la sociedad civil , antes de exaltar y de cerrar los oídos a las demandas de quienes cumplimos un ideario político, antes de contar la mitad de la historia. Antes de apelar al noble rostro de Salvador Allende muerto heroicamente en el palacio de La Moneda y olvidar a los seres de carne y hueso que en esta comunidad se jugaron. Antes de buscar la vanidad de la primera plana de los diarios. Le pido en nombre de lo complejo del tema que tiene entre manos, en lo sucesivo sea más cauto Vuelva a pensar que los Derechos Humanos en grande. Ellos no pueden ni deben ser bastardeados y degradado, y menos por una generación que dice ser heredera de viejas luchas. Porque América Latina tuvo desde hace más de quinientos años por muchos años ríos de sangre morena corriendo victima de los atropellos de los autoritarios. Si ahora con la recuperación de la democracia en la Argentina aspiramos a valorizar el respeto por el ser humano en su integridad debemos obrar con prudencia dejando todo mezquino interés electoral de costado.
No podemos honrar la sangre de los caídos queriendo ganar un protagonismo absurdo que no nos merecemos. No transformemos el pasado en un espacio de disputas de heroísmos falsos. La historia, nuestros pasados como naciones, es más compleja que una oratoria de barricada. Tenemos una obligación explicar y discutir ¿ por qué el autoritarismo se instaló en la vida de los argentinos?. Los cómo y cuando la mayoría los sabemos, pero restan muchos porque, para eso hace falta templanza y dejar de lado las mezquindades de corto plazo y las exaltaciones de personas que desmerecen la comprensión de lo sucedido. Sin otro particular atte.
JUAN VILABOA
DNI 12.777.929
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