lunes, 19 de marzo de 2007

miedos, los de antes


La deconstrucción del miedo
Sobre las movilizaciones de principios de los noventa, Kirchner erigió el muro del miedo y apoyado en él, se adueño de todo.
16 años después, las movilizaciones de miles de trabajadores, lo están derrumbando.
Como suele suceder en los feudos provinciales, la violencia es la respuesta a la perdida de la calle.
Entre 5000 y 6000 docentes y empleados públicos se la apropiaron en pasado jueves 16 en una de las mayores movilizaciones populares que recuerda la capital provincial.
La contramarcha provincial con personas de municipios del interior y trabajadores de Lázaro Báez, con franco y horas extras, no sumo mas de 700.
La derrota Kirchnerista se trasladó a la noche, con zona liberada y luminarias apagadas, para encender una molotov en el automóvil del gremio docente.
Con los ministros protegidos por retenes policiales y el propio Kirchner trayendo gendarmes para que le cuiden el césped, Santa Cruz se sacude el miedo. Alguna vez echó un gobernador militar a las pedradas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son muchos años de un sistema que ahora comienza a mostrar sus grietas. Importa entonces intentar reflexionar que es lo que nos ha pasado y que camino posible podemos recorrer a partir de ahora para generar bases que ayuden a un mejor crecimiento.

Creo que lo que se está desmoronando es un régimen que tuvo como piedra basal ignorar al otro. El otro como alguien distinto, alguien con opinión y actitud propia a quien no se puede someter ni controlar.

Un sistema donde solo se escucha al que piensa como piensa el gobierno; al sometido por el gobierno o; al controlado de alguna manera por el gobierno. Al otro se lo desconoce, se lo ningunea y se lo desprecia.

Un sistema así solamente puede ser creado por alguien muy temeroso y lamentablemente produce como consecuencia el temor en los otros.

Por lo visto el temor de los otros está llegando a su fin y ahora tenemos al creador del sistema con miedo y rodeado de gendarmes.

Propongo dejarlo solo con su temor, no contagiarnos más del miedo que nos impusieron y recorrer el camino que nunca debimos dejar: el del respeto al otro

Anónimo dijo...

Meta Daniel Carajoooo